Todos tenían sus seguidores.
Los cracks, desconocidos, también tenían su espacio. En una esquina de la ciudad, en el centro mismo, existía un caserón de madera y corredor jere. Sobre la avenida principal, en el centro neurálgico del casco céntrico, estaba un bar, restaurante, lunch y parrillada, se denominaba Bar Rex Te tex
Este local en una de sus divisiones tenía dos salones con enormes mesas de Snooker (nukes en lengua coloquial). Existían cuatro en total, y una mesa central, donde se jugaban las finales inolvidables de los hábiles maestros de la mesa verde, y tiza azul. Los finalistas eternos eran el célebre “Peke”, “Burrito” y el gran requintiste, Ramos Maidana. Los que le seguían de cerca eran, “Titito” Quevedo, Víctor Palacios, Nery Insfran, Enrique Lailla, Assan Saad y Aníbal Manzur.
La cerveza y los vinos, para el miron, parecían más sabrosos por esos días. ¡
Es otra Historia de mi ciudad Pedro Juan Caballero.
Por Víctor Valdez