História : Orígenes de Pedro Juan Cabalero, capital del Amambay (6ª parte)
25/11/2022 / História / Visitas: 19652
CRECIMIENTO ECONÓMICO Y COMERCIAL. Por Alejo Mendieta.- Desde el inicio de la explotación yerbatera en el Mato Grosso y su traslado al puerto de la Vila Real Concepción para ser enviada vía fluvial Buenos Aires, Argentina, en la frontera Paraguay – Brasil, es decir, Paraje Punta Porã y Ponta Porã, el comercio destinado a la venta de productos importados de Europa y Asia, desde finales del siglo XIX hasta nuestros días siempre estuvo vigente, sobreviviendo a todas las etapas que fueron siendo parte del crecimiento económico de la región.

EL crecimiento económico de Pedro Juan Caballero, conoció de varias etapas que se han ido sucediendo a lo largo de 122 años, incluso antes de 1899, en donde la actividad comercial dedicada a la venta de productos importados, muy apetecibles para el consumidor brasileño, siempre estuvo presente, y actualmente en diferentes ámbitos.

La primera etapa, que dio origen al Paraje Punta Porã y  por ende a las ciudades fronterizas de Pedro Juan Caballero, Paraguay  y Punta Porã, Brasil, es el ciclo de la explotación de la yerba mate en el estado brasileño de Mato Grosso, que era enviada al puerto de la Villa Concepción en carretas estiradas por bueyes, y que en grupos formaban lo que se cono “carreta tropa”.

Estas tropas de carretas generaron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, un gran movimiento en el  Paraje Punta Porã, lo que motivó a comerciantes venidos de otras ciudades y de países, a instalarse en el lugar y abrir tiendas en donde vendían todo tipo de productos a paraguayos y brasileños, incluso algunos ingresaban de contrabando con dichos productos al Brasil, una costumbre que hasta hoy continúa vigente a la que se le sumó la reciprocidad, es decir, productos brasileños que ingresan de contrabando a nuestro país.

Cuando el ciclo de la yerba mate llegó a su fin, comenzó lo que podríamos llamar el ciclo del “foresticidio”, asesinato forestal, consistente en la explotación y tala indiscriminada de nuestros bosques en donde paulatinamente iban desapareciendo los frondosos árboles que adornaban os bosques del Amambay. Se iniciaba así el ciclo de la madera con el que se instalaron de este lado de la frontera más de 70 aserraderos y del lado brasileño similar cantidad. Estos se encargaron de dejar sin bosques al Amambay y de surtir de la madera más noble a las grandes edificaciones de los grandes centros comerciales del Brasil.

Cuando casi ya no habían árboles que cortar, los aserraderos comenzaron a desaparecer, y debido a la fertilidad de la tierra y el clima favorables, se inició el tercer ciclo, el del café, el “oro negro”, un producto de consumo a  nivel mundial, que presagiaba iría generar buenos dividendos para la creciente población fronteriza. En cuanto se iniciaba el ciclo del café, la explotación forestal o “foresticidio” (término inexistente), seguía su curso y nuestros bosques, ya sea en rollos y en forma de madera aserrada, seguían su viaje sin retorno al vecino país, Brasil.

Este ciclo del café tuvo su mayor auge cuando la compañía norteamericana C.A.F.E. (Compañía Americana de Fomento Económico), adquirió miles de hectáreas de tierras con la intención de sembrar café. Para dicho efecto, fueron contradas muchas personas, técnicos agrícolas, contadores, obreros, cocineras, médicos y enfermeras, que vinieron de distintas ciudades del país dispuestos a trabajar, y así lo hicieron, hasta que en cierta ocasión, el crudo invierno de la época en que se registraban grandes heladas, le pasó la factura a la C.A.F.E.,  y una fuerte helada se encargó acabar con millares de plantas de café, lo que hizo que la compañía se declare en quiebra y deje de funcionar.

Lo bueno de este ciclo, fue que la gran mayoría de las personas se instalaron en la ciudad, echaron raíces formando familias que hoy son tradicionales y parte de la historia de la ciudad

Mientras tanto, el comercio seguía su etapa ascendente y sobreviviendo a cada ciclo, hasta que llegó el ciclo de la soja, que hizo que los vetustos aserraderos, ya en desuso, sean reemplazados por silos de almacenamiento de soja preferentemente, que en su gran mayoría era ingresada de contrabando desde el Brasil (con anuencia del gobierno) para una vez “nacionalizada”, exportarla como soja paraguaya. Este operativo controlado y regenteado por una organización mafiosa llamada CAPROSA, era conocido como la “Triangulación de la Soja”, Brasil – Paraguay – Brasil.

Un último ciclo o etapa aún vigente es el ciclo de la ganadería y la agricultura ( de hecho la agricultura viene del ciclo anterior) que ubica al Amambay como un polo de desarrollo importante a nivel país.

No obstante, la actividad comercial en todos los ámbitos sigue siendo el puntal de la economía de la región ya que genera el 80% de la mano de obra ocupada, en tanto que la industria se está comenzando a posicionar como fuente generadora de empleo y a tener protagonismo dentro del ámbito económico.

Material de consulta: Suplemento 115º Aniversario – Amambay Digital


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