Según los informes policiales, varios testigos indicaron que la herida fue infligida por un hombre de la misma comunidad de la víctima, identificado como Édgar Rojas, de 32 años. Tras el ataque, el presunto autor se dio a la fuga en una motocicleta color rojo. Esta fuga ha generado preocupación entre los familiares y miembros de la comunidad, quienes exigen justicia.
La madre de la víctima, Agripina Mesa, ha confirmado que su hija no contaba con documento de identidad, lo que subraya las dificultades que enfrentan muchos pueblos originarios en Paraguay en términos de reconocimiento y derechos. La situación es alarmante, no solo por la pérdida de una vida joven, sino también por la violencia que persiste en las comunidades indígenas.
El médico forense Marcos Prieto diagnosticó que la causa de la muerte de Mariela fue un shock hipovolémico grave, resultado de una hemorragia interna. La investigación está en curso, y el caso ha sido asignado a la fiscal Mirtha Martínez, quien busca esclarecer las circunstancias del crimen y llevar justicia a la familia de la joven.
Esta tragedia resalta la vulnerabilidad de las adolescentes indígenas en Paraguay y la urgente necesidad de abordar la violencia de género que afecta a esta población. A medida que la comunidad se une en duelo, la esperanza es que se implementen medidas efectivas para prevenir futuros actos de violencia y garantizar la seguridad de todos sus miembros.
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