El altercado ocurrió la noche del pasado sábado 14, cuando los residentes se aglutinaban para cargar agua. Ramona denunció que una discusión estalló en torno a la tarifa mensual que se cobra por el acceso a este recurso vital. La situación escaló rápidamente, y en un momento de ira, la presidenta de la comisión encargada de la distribución arrojó su teléfono celular contra Ramona, seguido de un golpe directo en la nariz que le provocó una fractura.
La afectada se dirigió a la Comisaría Sexta para presentar una denuncia. Sin embargo, su experiencia no fue alentadora, ya que, según su relato, no recibió la atención ni respuestas satisfactorias por parte de las autoridades. Además, le informaron que la comisaría ya tenía registros de quejas relacionadas con la gestión de la distribución de agua en la misma comisión, lo que sugiere un problema sistémico en la resolución de disputas en este ámbito.
Este incidente resalta el peligro que enfrentan muchas comunidades en su lucha diaria por recursos básicos, y pone de relieve la importancia de abordar no solo las necesidades de acceso al agua, sino también la falta de mecanismos efectivos para manejar conflictos de manera pacífica. Es esencial que se implementen medidas que garanticen la seguridad y el bienestar de los habitantes de estos asentamientos, así como una gestión más efectiva de los recursos hídricos para evitar que situaciones como la vivida por Ramona se repitan en el futuro.
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@danifiguesti
