La quema, según la Policía Civil, siguió todas las normas de la Ley de Drogas 11.343 / 06 y fue monitoreada por los órganos de inspección competentes.
Solo en este distrito, que limita con Paraguay, la policía ha incinerado más de 560 kilos de cocaína en los últimos 90 días.
La aeronave transportaba 246 kilogramos de cocaína cuando se estrelló en el establecimiento agro industrial Jota Basso, matando a dos personas identificadas como Pedro Augusto Boim, de 24 años (piloto), y su acompañante, Matheus Henrique dos Santos Venâncio, de 20, ambos de São Paulo.
El Dracco (Departamento para la Represión de la Corrupción y el Crimen Organizado) continúa investigando para confirmar el origen y destino de la droga, además de la posible participación de otros traficantes en el transporte.