Las denuncias y videos llegaron desde el departamento de Ñeembucú; específicamente de la Villa Franca, Alberdi y Villa Oliva.
La comunidad del norte del Ñeembucú ha denunciado que industriales arroceros están llevando a cabo prácticas que podrían secar varios ríos, esteros y arroyos, poniendo en grave riesgo el ecosistema local.
El uso intensivo del agua para el riego de los cultivos de arroz, combinado con el desvío ilegal de los cursos de agua, ha generado una situación crítica. Los humedales de Ñeembucú, conocidos por su biodiversidad y su papel crucial en la regulación del agua, están siendo devastados por estas prácticas irresponsables, señalaron los pobladores.
La situación es descrita por muchos como un crimen ambiental de grandes proporciones. Las autoridades locales han sido instadas a intervenir y tomar medidas inmediatas para detener estas prácticas y proteger los recursos hídricos de la región. La comunidad espera que se implementen regulaciones más estrictas, para asegurar que los industriales arroceros cumplan con las leyes ambientales.
El Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) advirtió sobre la crítica bajante del río Paraguay, producto de la prolongada sequía, lo que pone en peligro los ecosistemas acuáticos.
Señalaron que la reducción del caudal afecta tanto el abastecimiento de agua como la biodiversidad, con un riesgo elevado de mortandad de peces en la cuenca. Ante este panorama, el Mades insta a las empresas cercanas a los cauces a cuidar los ríos y proteger sus ecosistemas, y hace un llamado a la ciudadanía para evitar prácticas que agraven el deterioro del recurso hídrico.
“En coordinación con el sector pesquero, el Mades trabaja en la implementación de medidas para evitar la pesca indiscriminada y preservar los recursos acuáticos. Además, se pide a las instituciones competentes la aplicación inmediata de planes de contingencia para mitigar los efectos de la sequía, advirtiendo que la muerte de cardúmenes podría extenderse si persisten estas condiciones”, señala un comunicado.
Fuente El Nacional