Decimos esto porque las leyes enuncian y dictan que el NEPOTISMO no se admite en el país, pero en estas instituciones siguen campantemente familias enteras copando cargos, afanando de esa manera el dinero del pueblo, y, lo que es más, forman verdaderas roscas mafiosas con seudocatedraticos y otros funcionarios. Esto se da en las universidades públicas que es manejada y mal, por miembros de clanes familiares, desvergonzados y sinvergüenzas que, al amparo de los superiores accionan de manera arbitraria, haciendo libremente lo que se les antoja.
Pareciera que la Justicia no considera este nepotismo como corrupción y no acciona. Pues hoy en día mediante la tecnología resulta fácil acceder con los nombres de funcionarios, sus cargos, honorarios, inclusive el horario que deben cumplir y la materia que debe desarrollar. El contubernio entre esta familia y necesitados y serviles docentes, inclusive representantes estudiantiles, es evidente y es un mal para ese estudiante, para la sociedad toda. Y lo peor se dan el tupe de hacer ostentación del dinero mal habido en las redes sociales con la exposición de fiestas, de viajes de placer, de rodados lujosos, etc. Una ofensa para el ciudadano digno que es robado por esta especie de gente.
Pero la deshonestidad no se reduce tan solo a la práctica descarada del nepotismo, sino va mucho más lejos. La alianza o contubernio entre directivos y estamentos estudiantiles y docentes envalentonan a esta gente que contraviniendo normativas de la misma Universidad obligaban (por lo menos hasta el año pasado) a los alumnos a pagar por tutoría de tesis un millón de guaraníes a cada uno, en tanto los reglamentos hablan de un arancel de cien mil guaraníes. Hay muchas acciones o situaciones más a desnudar. Esperamos que los fiscales escudriñen, indaguen y descubran lo que es evidente y lleve a los estrados judiciales a la gente que afana al sufrido pueblo paraguayo. Porque las universidades públicas es para jóvenes ávidos de estudiar pero con escasos recursos. Es similar al hecho que se suscita con las meriendas escolares. Ni más ni menos.
Estos hechos se constituyen en una desgracia más para el pueblo que ya soporta los embates de la pandemia, de la falta de trabajo y debe soportar que personas insensibles e inescrupulosas metan la mano en sus bolsillos, distrayendo lo que debe ser de utilidad para el generoso pueblo paraguayo.
Estaríamos de acuerdo posiblemente si quienes conforman esta rosca familiar sean gente con sabiduría y valores. Que sus actos redunden en el bien común, en el mejoramiento de la formación de los jóvenes. Pero no es así, lastimosamente, si todo al contrario. Son gente inescrupulosa, soberbia, petulante que son capaces de coquetear (o algo más) con las autoridades políticas (de hecho estos políticos la respaldan) y enriquecerse malhabidamente
Esto es apenas el comienzo de una serie de artículos que iremos exponiendo a la sociedad sobre como la corrupción no es exclusivo de los políticos y si de gente respaldada por estos políticos y los principales actores del estamento universitario.
El Ministerio Publico debe actuar de oficio en este grave caso. Es su obligación. Parece una quimera, pero somos personas de fe. Anidamos esperanzas que estas universidades sean depuradas y sean castigados los involucrados en este grave hecho de corrupción
. "Escribo como medio y arma de combate, que combatir es realizar el pensamiento".
#Pedro Juan Digital