Romero ha señalado que las obras necesarias para la habilitación del estadio Río Parapití, requeridas por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), no estarán finalizadas para los compromisos previstos en marzo. Esta decisión subraya la importancia de cumplir con los estándares de infraestructura exigidos por la organización, que busca garantizar las mejores condiciones para la competencia internacional.
En función de esta situación, el presidente del Sportivo ha mencionado varias alternativas viables para la realización de los partidos, entre las que destacan el estadio Defensores del Chaco, La Nueva Olla y La Huerta. La elección del recinto será crucial, no solo para el desempeño del equipo, sino también para proporcionar a los aficionados una experiencia óptima.
La decisión de jugar fuera de su sede habitual representa un esfuerzo por parte del club para adaptarse a las exigencias del torneo y refleja un compromiso hacia la mejora continua de su infraestructura. A pesar de las dificultades, el "2" permanece enfocado en sus objetivos deportivos y en dejar una marca en la competencia internacional.
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