y 600 funcionarios del mundo del fútbol se reunieron en Kigali, la capital de Ruanda el jueves, con el BK Arena decorado con colores llenos a rebosar. En el congreso anual de la asociación mundial Fifa, las figuras más importantes se sentaron en primera fila: el presidente Gianni Infantino , la secretaria general Fatma Samoura y los vicepresidentes. Uno de ellos: Alejandro Domínguez de Paraguay, titular de la asociación continental sudamericana Conmebol.
Y este hombre podría enfrentar problemas, debido a las investigaciones del propio comité de ética de la asociación, que en los últimos años ha impuesto numerosas prohibiciones de por vida a numerosos funcionarios de alto rango por prácticas corruptas. Según pudo saber WELT, en agosto del año pasado se presentó ante el comité una denuncia contra Domínguez, realizada por “Sin Falta” , un grupo de periodistas de investigación paraguayos.
Los documentos e información relevante para este caso, que están a disposición de WELT, indican que los comisionados de ética no tienen más remedio que investigar a Domínguez. La acusación: cuando todavía era presidente de la asociación nacional paraguaya, se dice que vendió un contrato por los derechos de televisión de los partidos de clasificación para la Copa del Mundo de la selección local por mucho menos dinero del posible, a cambio de pagos de sobornos, es decir. comisiones secretas?
Los documentos muestran que Domínguez tenía un contrato de $17 millones de la agencia uruguaya Tenfield que estaba listo para firmar. En lugar de hacer huelga, Domínguez aceptó un trato con la empresa paraguaya "Ciffart" -que ofreció casi ocho millones de dólares menos-. Una decisión que él, según un ex colega del Presidium, tomó por su cuenta. Domínguez no quiere hablar de negocios. El hombre de 51 años ignoró varias solicitudes de conversaciones de WELT.
Desde entonces, decenas de funcionarios corruptos han sido condenados en todo el mundo y algunos aún luchan por ser extraditados a Estados Unidos. El presidente de la FIFA, Sepp Blatter, de quien nunca se había demostrado que hubiera aceptado sobornos, pero que hacía la vista gorda ante los delitos de su entorno, también cayó tras 17 años en el cargo. Crímenes que se cometieron principalmente en América del Sur y que se hicieron públicos sobre todo gracias al empresario y comercializador de derechos argentino Alejandro Burzaco, él mismo miembro de las bandas durante muchos años.
Fuente: www.welt.de