El hombre fue identificado como Ángel Ayala Duarte, de 30 años, y su muerte ha sido rodeada de circunstancias inquietantes. Según los informes, presentaba una herida de bala en la cabeza, lo que ha llevado a las autoridades a presuponer que fue asesinado. Esta suposición se ve reforzada por el hecho de que el individuo tenía una orden de captura pendiente por un caso de violencia familiar, lo que añade una capa de complejidad a la investigación.
Agentes de la Comisaría Tercera acudieron al lugar tras recibir el aviso sobre el hallazgo del cadáver. Al llegar, encontraron a Ayala Duarte tendido en el suelo, sin signos de vida. La agente fiscal de turno, Katia Uemura, ordenó el traslado del cuerpo a una morgue, donde un médico forense confirmó que la herida era de arma de fuego. Posteriormente, el cuerpo fue entregado a su hermana, dejando a la familia en un estado de luto y confusión.
El comisario Isabelino Orué, en declaraciones a Imperio Noticias, mencionó que en el momento de su muerte, Ángel Ayala se encontraba acompañado de dos a tres personas en su hogar. Aunque aún se están investigando los detalles del suceso, no se descarta que el asesinato pueda haber ocurrido durante una velada de consumo de alcohol.
Este trágico evento no solo pone de relieve la violencia que se vive en ciertas comunidades, sino que también subraya la importancia de la intervención de las autoridades en casos de violencia familiar. La muerte de Ángel Ayala Duarte es un recordatorio profundo de los desafíos que enfrenta nuestra sociedad en la lucha contra la violencia y la inseguridad.
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@danifiguesti
