Los informes preliminares indican que la causa principal de la muerte del niño fue una infección pulmonar. Este diagnóstico ha suscitado preocupaciones por la atención médica que recibió durante su estancia en el hospital, especialmente ya que los familiares del menor han denunciado actos de supuesta negligencia médica. Según los familiares, la atención brindada no fue adecuada y el niño recibió un exceso de sedantes, lo que podría haber complicado su estado de salud.
A partir de los resultados de la autopsia, el siguiente paso en la investigación será convocar a peritos que puedan interpretar los hallazgos detalladamente. Este análisis es esencial para determinar las responsabilidades de los profesionales de la salud involucrados en el tratamiento del pequeño Dylan. El fiscal ha confirmado que ya se han convocado a varios profesionales para que testifiquen sobre los eventos ocurridos y el proceso avanza de manera significativa.
La muerte de un niño en un entorno hospitalario es siempre un tema delicado y angustiante, y la búsqueda de justicia es fundamental para la familia y la sociedad en general. A medida que la investigación prosigue, se espera que se aclaren los hechos y se adopten las medidas necesarias para evitar que incidentes similares ocurran en el futuro.
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@danifiguesti
