El director del IPS, Dr. Guido Duarte, fue el primero en manifestar que el origen del problema radicaba en la conectividad. Afirmó que la caída del sistema se debía a fallas en el servicio de internet de Copaco, lo cual imposibilitaba la visualización de los medicamentos disponibles para los asegurados. Esta declaración, aunque buscaba encontrar un responsable, generó un clima de angustia e incertidumbre entre los pacientes y sus allegados que urgían por medicamentos vitales.
No obstante, la respuesta inmediata del director de Copaco, Hernán Rojas, fue contundente y clara. Rojas desmintió la versión del director del IPS, señalando que la causa del fallo no era externa, sino interna. Según su declaración, un problema técnico relacionado con una llave termomagnética defectuosa había sido el verdadero culpable, provocando el apagado del servidor del IPS. Rojas subrayó que no hubo ningún reclamo previo sobre el servicio de internet y que se enteró de la situación a través de los medios de comunicación.
Este intercambio de acusaciones no solo ha evidenciado una falta de fuerza en la coordinación entre el IPS y Copaco, sino que también ha resaltado la importancia de disponer de sistemas internos robustos y bien gestionados, capaces de prevenir emergencias que amenazan la vida de los pacientes. Aunque el sistema fue restablecido finalmente, el episodio ha dejado secuelas significativas en la confianza de los asegurados en la institución.
La crisis en el IPS no es solo un problema técnico; es un recordatorio de la fragilidad de los servicios críticos de salud cuando las instituciones no logran trabajar de manera sinérgica y transparente. Urge establecer mejoras internas en el IPS, no solo en términos de infraestructura tecnológica, sino también en los protocolos de comunicación y gestión de crisis para garantizar que este tipo de incidentes no se repitan en el futuro.
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@danifiguesti
