El presidente Santiago Peña nunca más volvió a conversar con el embajador Marc Ostfield, desde que pidió acelerar su salida del país. A partir de entonces, utiliza otros nexos para comunicarse con el Gobierno norteamericano.
El Paraguay tiene una relación diplomática muy profunda con Estados Unidos. La declaración de un representante de otro país como persona no grata es una medida más gravosa sobre el país que sobre la persona, a criterio del mandatario Santiago Peña, quien por ello, optó por pedir acelerar la salida de Ostfield.
El Paraguay tiene una relación diplomática muy profunda con Estados Unidos. La declaración de un representante de otro país como persona no grata es una medida más gravosa sobre el país que sobre la persona, a criterio del mandatario Santiago Peña, quien por ello, optó por pedir acelerar la salida de Ostfield.
“Yo fui muy cuidadoso en decir esta persona está dañando la relación bilateral entre dos países hermanos y yo quiero pedirle gentilmente que aceleren el proceso de cambio”, confesó Peña, en una entrevista con el programa Mina en Domingo.
Detalló que, a partir de entonces, nunca más volvió a reunirse con él y dejó en claro que, la relación de estado a estado, continúa, pero no a través de él (Ostfield).
Sin embargo, esto no representa un problema pues, según contó, Peña no necesita del embajador para conversar con Washington.
“No lo desconozco, lo evito, porque creo que le ha hecho un daño tremendo a la relación bilateral entre dos países hermanos”, afirmó.
El 8 de agosto pasado, el Gobierno de Paraguay, a través de la Cancillería Nacional, solicitó acelerar la salida de Marc Ostfield del país, pues, de hecho, ya está culminando su periodo y debe ser reemplazado.
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