La situación se desencadenó cuando Silva, al observar la presencia de agentes del grupo motorizado Puma de la Policía Nacional en las cercanías, decidió solicitar ayuda. Su grito de auxilio llamó la atención de los uniformados, quienes se dirigieron rápidamente a la vivienda. Al intentar intervenir, el médico mostró resistencia, agrediendo físicamente a uno de los agentes, lo que obligó a las autoridades a utilizar la fuerza para poder reducirlo.
Una vez controlada la situación, Caballero Ferreira fue trasladado a la Comisaría Sexta, donde quedó a disposición del Ministerio Público. A pesar de la gravedad de los hechos, se informó que la víctima decidió no presentar una denuncia formal en contra de su pareja.
Este incidente pone de relieve la importancia de abordar la violencia familiar en todas sus formas, así como la necesidad de proteger a las víctimas y garantizar su seguridad. A pesar de las circunstancias, la decisión de la víctima de no formular denuncia subraya los desafíos que enfrentan muchas personas en situaciones similares, quienes a menudo se sienten atrapadas en un ciclo de violencia y miedo. La comunidad y las autoridades deben trabajar en conjunto para brindar apoyo a quienes sufren este tipo de abusos y fomentar un ambiente en el que se sientan seguras para buscar ayuda.
