Medios brasileños recogen la historia de la triste muerte de una mujer de 20 años, identificada como Andressa Souza, quien falleció producto de una fuerte infección que derivó de lo que aparentemente fue un procedimiento no seguro de apertura de un piercing en su boca.
Según declaraciones de sus familiares, recogidos por medios internacionales, al comienzo se pensó que la mujer había podido contraer la enfermedad del dengue, debido a que había un brote activo en la ciudad que habitaba, no obstante, las evidencias científicas permitieron que dicha primera hipótesis fuera desestimada, atribuyendo la adquisición de la infección, a la apertura del piercing.
Sobre la enfermedad, el parte médico señaló que se trató de una infección que se difundió a través del cuerpo de la joven a través del torrente sanguíneo, llegando incluso a comprometer un porción importante del cerebro.
De acuerdo con la información entregada por el personal médico y los familiares de la mujer a medios locales en Brasil, se estima que la mujer tenía, al momento de su deceso, comprometido cerca del 40 % del funcionamiento de su cerebro.
Tras el deceso de la joven, los familiares han sembrado las dudas sobre la idoneidad del sitio donde se realizó la perforación, solicitando a las autoridades una ingente investigación para determinar la responsabilidad en la situación que terminó por pagar la vida de Souza.
La joven fallecida se había casado recientemente, y con su fallecimiento dejó huérfano a un menor de 3 años.
Sobre los cuidados que los expertos recomiendan a las personas que deseen realizarse este tipo de procedimientos, se encuentra el previamente cerciorarse de que el establecimiento donde se va a realizar el procedimiento, por más sencillo que parezca, cuente con las debidas medidas de bioseguridad, así como con los estándares de sanidad, abogando a su turno porque esto sea realizado por personas capacitadas, teniendo en cuenta que, muchos de los lugares donde se practica la instalación de estas ‘joyas’, son zonas sensibles del cuerpo, con presencia de alto número de vasos sanguíneos, e incluso terminales nerviosas.
En ese sentido, también emiten una serie de recomendaciones referidas al cuidado y recuperación posterior a la realización de las perforaciones, aclarando la necesidad de realizar la limpieza adecuada, para lo que destacan como importante no remover costras, no retirar la joya, y hacerlo con agua tibia, y jabones neutros.
Así, la recomendación también está dada por evitar el uso de alcohol, agua oxigenada, u otros desinfectantes que puedan resultar muy agresivos, y deriven en el surgimiento de irritaciones o alergias que puedan complicar el proceso de recuperación.
En la misma senda, la recomendación también está dada por el consumo de alimentos que sirvan a la recuperación, y que no vayan a significar irritaciones.
Fuente: Semana