Los hechos ocurrieron tras una celebración de cumpleaños en la que el tío, de 29 años y residente en Capitán Bado, se encontraba presente. Posteriormente, al regresar a la casa de su hermana, se habría cometido el acto delictivo. Al llegar al hospital, los médicos encontraron que la menor presentaba sangrado y evidencias físicas que corroboran las acusaciones de abuso.
El padre de la niña, inicialmente ajeno a los detalles del suceso, fue informado posteriormente por su hija acerca de la implicación de su tío. Este ahora se encuentra prófugo, y la Policía Nacional ha iniciado la búsqueda para dar con su paradero. La Fiscalía, encabezada por la fiscal de turno Mirtha Martínez, también ha sido notificada para llevar a cabo las investigaciones pertinentes.
Es importante destacar que, de acuerdo con el artículo 29 del Código de la Niñez y Adolescencia, los nombres de la menor, su padre y su tío no serán divulgados con el fin de proteger la identidad de los involucrados en este caso, que indudablemente es un reflejo preocupante de la violencia familiar y el abuso infantil en la sociedad actual.
Este tipo de incidentes resalta la necesidad urgente de crear conciencia sobre la protección de los menores y la importancia de fomentar un entorno seguro para su desarrollo. La culpa recae no solo en quienes perpetran estos actos, sino también en la falta de medidas efectivas para prevenir el abuso y brindar apoyo a las víctimas. La comunidad y las autoridades deben unirse para buscar justicia y protección para aquellos que no pueden defenderse por sí mismos.
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