Apartamentos asaltados y robados a plena luz del día. La semana pasada, la Policía Civil detuvo a la paraguaya Tamara Romina Dimas, en Vitória, Espírito Santo. Las imágenes de CCTV de un edificio muestran cómo la delincuente de 19 años logró ingresar al condominio.
Llega alrededor del mediodía haciéndose pasar por residente en el condominio y el portero no la detiene. Dos horas después, un hombre ingresa al edificio. Tamara baja las escaleras para encontrarse con él. Los dos suben en el ascensor, hablando.
El edificio no tiene cámaras de seguridad en los pasillos, pero según la policía, la pareja irrumpió en uno de los apartamentos. En el inmueble se encontraban tres ancianos, entre ellos una mujer de 97 años.
Treinta minutos después, el dúo intenta salir del edificio. En la bolsa, joyas y dinero en efectivo. Al escuchar los gritos de los vecinos, el portero sospechó de la situación e impidió la salida. El hombre logró escapar con los artículos robados, pero Tamara fue arrestada por la policía.
“Lo que hemos notado es que efectivamente logran entrar a los condominios de esa manera, incluso aquellos que invierten mucho en seguridad, aprovechando un error o error humano del empleado de allí que tiene el poder de liberar el acceso a la entrada a estos edificios, “dice el delegado de seguridad de la propiedad de la Policía Civil, Gianno Pizzani Trindade.
Según la policía, sólo en julio, ladrones se llevaron R$ 2 millones en hurtos y robos en Espírito Santo. Las investigaciones muestran que entre los objetivos preferidos por los delincuentes se encuentran los extranjeros y los ancianos.
Cámaras de un edificio en Río de Janeiro registraron a la misma delincuente paraguaya detenida en Espírito Santo, acompañada de un hombre, invadiendo el apartamento de una pareja de ancianos, en mayo de este año. Según el abogado de la familia, los ladrones se llevaron dinero, equipos electrónicos y joyas.
Los videos encontrados en los teléfonos celulares de los prisioneros muestran que la pandilla planea identificar los próximos objetivos. En una grabación, pasan por un barrio exclusivo de São Paulo. Hasta ahora, la policía ha identificado víctimas en ocho estados.
La pandilla está formada por jóvenes que visten bien y actúan con normalidad, como si fueran residentes o visitantes. Los delincuentes vigilan el funcionamiento del edificio y entran en los apartamentos, que suelen estar vacíos, con un destornillador o una palanca. En todos los casos, pudieron pasar libremente por las puertas, sin usar violencia.
Hasta el momento, la banda tiene 20 miembros identificados por una investigación conjunta de la policía civil en Río de Janeiro, Espírito Santo, Bahía, São Paulo y Ceará.
Todos viven en São Paulo y viajan por todo el país para cometer los crímenes. Seis fueron detenidos. Responden por los delitos de hurto, robo y asociación para delinquir.
Fuente: Rede globo/fantástico/
