El testimonio de Silvia Maidana Medina, una emprendedora local, resalta cómo las obras de infraestructura están revitalizando la economía de la comunidad. Su restaurante es un ejemplo de cómo el progreso puede brindar nuevas oportunidades para los negocios locales y fomentar la generación de empleo. Por otro lado, la experiencia de José Gómez, un ingeniero recién graduado que participa en el proyecto, ilustra cómo este tipo de iniciativas ofrece oportunidades valiosas para el desarrollo profesional de los jóvenes y la formación de una mano de obra calificada en el país.
El impacto positivo de estas inversiones no solo se refleja en la mejora del tránsito y el comercio, sino también en la creación de empleo y estabilidad laboral para cientos de familias. La ministra de Obras Públicas y Comunicaciones, Claudia Centurión, destaca cómo estas obras se traducen en oportunidades de crecimiento y desarrollo personal para los compatriotas, generando un efecto multiplicador en la economía local.
La visión de un Paraguay más cohesionado y sólido a través de la unión de esfuerzos para construir infraestructuras de calidad es compartida por la secretaria de Estado, quien reconoce el impacto no solo en términos de desarrollo físico, sino también en la creación de lazos comunitarios que fortalecen la cohesión social.
Con más de 4.000 habitantes y diversas comunidades indígenas en sus alrededores, Carmelo Peralta es un ejemplo de convivencia entre lo urbano y lo rural. La ciudad, con vestigios urbanísticos que se remontan al siglo XVI, se proyecta hacia un futuro de progreso y desarrollo sostenible que impacta positivamente en toda la región, generando bienestar y oportunidades para sus habitantes y comunidades vecinas.