En la huida los malvivientes ingresaron a una lujosa residencia ubicada en el barrio Virgen de Caacupé, logrando evadir el cerco policial por el fondo de la casa sobre la calle Bernardino Caballero para lo cual utilizaron una escalera.
El policía fallecido, al igual que sus camaradas, prestaba servicios en la Sub Comisaría Nº 8 del barrio Guaraní quienes habían sido alertados de la presencia de los delincuentes por la zona.