Carlos Bernardo, con confianza, proclama que “ya soplan vientos de cambio”. Su discurso se centra en la necesidad imperante de establecer un gobierno que atienda las demandas de la población. La empatía hacia los sufrimientos de los ciudadanos, quienes son afectados por la mala gestión de los servicios públicos, es una constante en su argumentación. Según él, la falta de empleo, se suma a problemas como la educación, salud y transporte, crea un escenario insostenible. Este enfoque revela su disposición a generar un cambio real a través de propuestas concretas de desarrollo económico y social.
Durante la campaña, Bernardo presentó un plan de doce puntos prioritarios, el cual ha sido bien recibido por las comunidades. Entre las iniciativas destacadas se encuentra la construcción del Hospital Binacional de Fronteira y la creación de parques industriales. Estas propuestas no solo son viables, sino que también responden a las necesidades más urgentes de la ciudadanía, evidenciando el enfoque proactivo de la dupla en resolver problemas estructurales.
Asimismo, el compromiso con la regularización de tierras y la construcción de viviendas se manifiesta como una vitrina de su visión inclusiva. Ofrecer instalaciones educativas y fortalecer la agricultura familiar son otros aspectos que demuestran su intención de revitalizar Ponta Porã desde sus cimientos.
La transparencia y el respeto son pilares fundamentales en la narrativa de Carlos y Nady. Aseguran que sus interacciones han sido honestas y directas, lo cual es un enfoque digno de reconocimiento en un panorama político a menudo caracterizado por la desconfianza y la polarización. Su afirmación de que no tienen nada de qué avergonzarse refuerza su integridad y voluntad de gobernar con todos y para todos.
Finalmente, el apoyo explícito del presidente Lula y la promesa de fortalecer las relaciones institucionales con el gobierno estatal son señales claras de su aspiración a una gobernanza inclusiva. Así, Carlos y Nady no solo presentan propuestas; ofrecen un cambio de paradigma en la gestión pública.
En conclusión, la campaña de Carlos Bernardo y Nady Lobato se erige como un ejemplo de respeto, integridad y enfoque en la solución de problemas comunitarios. Su visión para Ponta Porã está marcada por la posibilidad de un futuro donde el desarrollo equitativo y la atención a las necesidades de todos los ciudadanos sean el eje central. Las elecciones del 6 de noviembre no solo decidirán el futuro de sus candidaturas, sino también el rumbo de la comunidad hacia un cambio real y sostenible.
