El decomiso tuvo lugar en la compañía Escurra de la ciudad de Caacupé, donde se interceptó un ómnibus Volvo con matrícula sospechosa. Tras una inspección minuciosa, se descubrió un doble fondo en el piso del vehículo, que albergaba la considerable cantidad de droga.
Este incidente pone de manifiesto una preocupante tendencia: el uso de autobuses de turismo como medio para el transporte de sustancias ilícitas. Aprovechando el creciente flujo de viajeros en la región, las organizaciones criminales recurren a métodos cada vez más sofisticados para eludir los controles de seguridad. La SENAD continúa investigando el caso para identificar a otros miembros de la organización criminal involucrada en este esquema de "narco-turismo". La incautación representa un golpe significativo al narcotráfico y subraya la necesidad de reforzar la vigilancia en las fronteras y terminales de transporte.
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