Carlos Bernardo, director general de la UCP en Pedro Juan, subraya la significancia social de estas clínicas. No solo garantizan acceso a atención médica básica, sino que también ofrecen un acompañamiento integral a los pacientes, proporcionando medicamentos cuando sea necesario. Esta propuesta de valor es una forma de retribuir a la comunidad local, que ha acogido con beneplácito al equipo de la universidad.
Ubicadas estratégicamente en zonas como el barrio Obrero, San Gerardo, San Blas, Santa Teresa y Dom Bosco, estas clínicas buscan acercar los servicios de salud a las poblaciones de bajos ingresos. Esto permite que más personas accedan a consultas generales, diagnósticos iniciales y tratamientos para diversas enfermedades, todo sin costo alguno. Además, las clínicas cuentan con ambulancias para facilitar el transporte de pacientes entre regiones, garantizando así un acceso integral y efectivo a la atención médica.
La doctora Juliana de Oliveira, coordinadora de las clínicas, enfatiza que cualquier ciudadano de la zona puede acceder a estos servicios presentando su documentación personal. Este enfoque inclusivo asegura que nadie quede fuera del sistema, y refleja un compromiso firme con la salud pública de la región fronteriza.
En resumen, las clínicas de la UCP-PJC no solo representan un avance en el acceso a la salud, sino que también son un modelo de cómo la colaboración entre instituciones académicas y la comunidad puede generar un impacto significativo en el bienestar social. La atención gratuita y continua que ofrecen es un testimonio del compromiso de la universidad con el desarrollo y la salud de la región, beneficiando a miles de familias en la frontera.
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