Benítez atribuyó esta escalada de precios, en gran parte, a la falta de apoyo estatal para la agricultura familiar hortícola. Según sus declaraciones, el presupuesto asignado para 2024 únicamente destina 350 mil dólares para apoyar a los invernaderos, una cifra que considera insuficiente para satisfacer las necesidades del sector. Esta falta de inversión ha llevado a una escasez de productos como cebollita en hoja, lechuga y tomate, que son cultivados por pequeños agricultores.
El economista también reconoció el esfuerzo del Ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, quien admitió en un programa de televisión que los precios de los alimentos son elevados. No obstante, Benítez subrayó la discrepancia entre la tasa de inflación oficial del 4% y el aumento desproporcionado en el precio del arroz, que alcanzó un 47% durante el último año, según datos del Banco Central del Paraguay. Esto indica que la situación económica afecta directamente a los ciudadanos, especialmente a aquellos con menos recursos.
En su intervención, Benítez cuestionó la falta de una política gubernamental robusta hacia la agricultura familiar, fundamental para la soberanía alimentaria del país. Consideró que no se observa una política agresiva de inversión en invernaderos y en insumos agrícolas como fertilizantes y semillas. La agricultura familiar, que se basa en la producción local para el autoabastecimiento, es vital para la economía y el bienestar de muchas familias paraguayas.
En conclusión, el análisis de Víctor Benítez resalta la necesidad urgente de una estrategia estatal que respalde a la agricultura familiar en Paraguay. La implementación de políticas adecuadas no solo podría estabilizar los precios de los alimentos, sino también garantizar la seguridad alimentaria y mejorar la calidad de vida de la población más vulnerable.
