Las áreas más afectadas fueron los asentamientos Pu'a Pyahu, Virgen Morenita y 30 de Enero. En estas localidades, numerosas viviendas quedaron destruidas, con techos volados y paredes derribadas, lo que dejó a cientos de familias sin hogar. La magnitud de los daños es alarmante, y las autoridades locales se enfrentan al desafío de proporcionar asistencia inmediata a los afectados.
Asimismo, el temporal dejó a varias zonas de la ciudad sin suministro eléctrico, complicando aún más la situación de emergencia. La combinación de la falta de refugio y la escasez de electricidad ha creado un ambiente crítico para los damnificados, que enfrentan la pérdida de pertenencias y la incertidumbre sobre su futuro.
Este evento resalta la importancia de tener planes de contingencia más robustos para mitigar los efectos de fenómenos climáticos extremos. La recuperación de las áreas afectadas requerirá no solo un esfuerzo inmediato para atender las necesidades básicas de los habitantes, sino también un enfoque a largo plazo que contemple la construcción de infraestructuras más resilientes.
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@danifiguesti
