Carlos María, apodado “Pukú” debido a su considerable estatura, destacó por su inconfundible estilo en la presentación de programas, la lectura de jingles publicitarios y la narración de prosas. Su legado radica no solo en su destreza comunicativa, sino también en su compromiso apasionado con la comunidad, reflejado en su activa participación en el movimiento Cursillo de Cristiandad.
Originario de Concepción y residente en Pedro Juan Caballero, su vida estuvo marcada por el amor hacia su esposa, Eva María Aguayo, y su hija, María Laura, quien continuó el linaje familiar con su nieto, Osvaldito. A los 64 años, Centurión dejó este mundo tras enfrentar diversas complicaciones de salud en el Hospital Regional de su ciudad.
El homenaje culminó en la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, donde se celebró una misa de cuerpo presente que unió a la comunidad en un acto de gratitud y reverencia hacia este destacado comunicador. Su sepelio en el cementerio central simbolizó la despedida a un grande de la radio, cuyas contribuciones perdurarán en la memoria de aquellos que tuvieron el privilegio de escuchar su voz. Sin duda, la figura de Carlos María “Pukú” Centurión seguirá siendo un referente en el ámbito de la comunicación radial y un ejemplo de dedicación y profesionalismo.
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@danifiguesti