Según el comisario Rubén Galeano, el cuerpo presentaba evidencias de violencia, incluyendo golpes y lesiones que sugieren un posible asesinato. La situación se complicó aún más al no encontrarse en el lugar la motocicleta de la víctima, una Leopard modelo HB 110 de color negro, lo que lleva a pensar que pudo haber sido sustraída por los responsables del crimen.
El hermano de Zaracho López fue quien denunció el hecho en la Comisaría Sexta, tras relatar que la última noche su hermano había estado en compañía de tres individuos que ya han sido identificados. Estas personas son consideradas sospechosas en el contexto de la investigación.
El examen forense realizado por el doctor Marcos Prieto reveló detalles alarmantes: el cuerpo tenía dos heridas, una de ellas punzocortante en el tórax que causó una hemorragia aguda, y otra lesión en la cabeza, posiblemente ocasionada por un objeto contundente, que resultó en un traumatismo craneal. Además, la rigidez cadavérica indicó que el fallecimiento había ocurrido cerca de 12 horas antes del descubrimiento.
Este trágico evento pone de manifiesto la violencia que persiste en ciertas áreas y plantea serias preocupaciones sobre la seguridad en las comunidades en riesgo. Las autoridades continúan investigando para esclarecer los hechos y determinar con precisión qué sucedió la noche anterior al hallazgo del cuerpo. La búsqueda de justicia para José Ramón Zaracho López ya ha comenzado, y se espera que se tomen medidas para prevenir futuros actos de violencia en la región.
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